Hace 40 días, antes de jugar contra Mallorca, Zaragoza, Levante, Athletic o Betis nos planteábamos si teníamos a la vista la fecha de caducidad de la fuerza de nuestro sentimiento.
Ahora después de 13 puntos sobre 15 y dejar la zona de descenso a 11 puntos, estamos a 4 victorias de la permanencia, a falta de 14 partidos.
Un nuevo entrenador tiene la última resonsabilidad de la revolución ya que es lo único que se ha cambiado. No es que Javier Aguirre sea una estrella, es un trabajador y gran psicólogo que seguramente en un par de años acabará como Pochettino.
Lo que nos demuestra la gran importancia de la mentalidad y psicologia del futbol moderno.
No hace falta una gran plantilla (aunque algun jugador de calidad por línea parece básico) sólo trabajar mucho con el grupo y tácticamente volver a lo elemental.
A Aguirre le debemos también que nos haya fichado al mejor delantero centro que podíamos tener, Sergio Garcia, en un punto ideal de experiencia y buena forma que no sólo tiene gol sino que está destinado a capitanear al equipo.
Después de un otoño convulso y el peor inicio de temporada de la historia parace que tendremos otra oportunidad el año que viene aunque tengamos claro que seguirá siendo duro. Falta de presupuesto y pésima planificación deportiva y de cantera hace que las perspectivas sigan siendo negativas.