"Mi hijo me ha salido perico, ni te acerques a él"
De esta manera hablaba un padre de su hijo hace poco sin ningún tipo de vergüenza, obviamente al encontrarnos en Barcelona este comentario pasó totalmente desapercibido.
Evidentemente es serio y preocupante que hayamos llegado a normalizar un comportamiento tan intolerante en nuestra sociedad y que nos creamos más avanzados que algunas en otros continentes meridionales.
Ya preocupó el caso de las escuelas en que se marginaba a los niños pericos adoptando simbolos cules desde el profesorado. Poco a poco esta mentalidad ha ido calando hondo y para la nueva generación de padres estas actitudes son de lo más normal.
Evidentemente es un hecho denunciable que ataca directamente al más valioso tesoro de toda organización social: el relevo generacional. Si no pueden crecer niños pericos el club y sentimiento esta predestinado a desaparecer.
Todo ello esta propugnado y defendido por autoridades culturales, políticas y los actores más influyentes de la sociedad como periodistas y profesores. Esta élite Nacional Barcelonista debería tener muy claro que el termino fascista se asocia a actitudes racistas, intolerantes o autoritarias; y al desprecio por el diferente, el marginado, el que no que piensa del mismo modo o las minorías.
Muchos niños nos hemos sentido de esta forma mucho tiempo pero ¿seguirán los niños sintiendose así muchos años? o ya no tendran ni esta posibilidad con una nueva generación de padres fascistas nacional barcelonistas.
España siempre ha navegado en aguas turbias, desde que Franco se fue, su legado cultural y la mentalidad de su ideología a perdurado a traves de la supuesta, proclamada revolución moral, intelectual y cultural de la España moderna postfranquista y por eso todavía es de notar...
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